Tenía tantas ganas de escribir, pero me ausenté de mí misma vida por muchas horas. Así es como me siento cuando estoy triste, cuando mi impotencia me bloquea por completo y me hace caer en una desesperación infinita por no tenerte a mi lado. Es en serio, ayer, tu ausencia se sintió más que nunca, y mi ausencia, y hasta mi propia ausencia no se hizo presente en cada lugar que pasaba, en cada persona que miraba, nadie quería mirarme, nadie quería hablarme. Yo tampoco quería que me miren ni que me hablen, sólo me importaba estar bien contigo, estar de nuevo a tu lado y silenciar esa pelea absurda con un beso y una mirada diciéndote : Lo siento tanto, en verdad lo siento, Te amo, no me hagas esto de nuevo. Lloré y lloré, no podía dejar de llorar, sólo escuchaba aquellas emisoras de radio que se pusieron de acuerdo para hacerme recordar cuanta falta me hacías y lo mucho que te necesitaba. LLoré y lloré porque no quise hablarte así, porque no quise hacerle dañó a la persona que más amo. Sólo quería verte, abrazarte, mirarte, sentir que me habías disculpado por tanta tontería.
Luego de varias horas atormentándome, extrañándote, decidí terminar todo lo que tenía que hacer por varios motivos. Para darle tiempo al tiempo para que se nos pase, para que me dieras alguna señal de que querías hablar contigo, y para que luego de este segundo motivo yo vaya a tu casa para estar de nuevo a tu lado, como siempre. Felizmente, no fue en vano pensar en esos 3 motivos que hacían que mi esperanza no se pierda. En el fondo, tenía la esperanza de que aparecieras de alguna manera, y lo hiciste. Escribiste varias cosas, varias cosas que a penas pude leerlas lloré, porque supe que mi esperanza no había sido en vano. No quería que por primera vez, esta pelea se prolongue hasta el día siguiente, quería que todo se solucione, y no sabes lo feliz que fui cuando leí tus mensajes. Me hiciste muy feliz, porque al leerlos, supe que la situación no pudo hacerse más perfecta porque ya no habías más perfección que la que había pasado. Fue en el momento indicado. Fui a tu casa, esperé y esperé, pues luego de aquellos mensajes no supe más de ti, sólo un te amo y un lo siento. Esperé, hasta que sucedió lo mejor que me pudo pasar en ese momento, apareciste, no podía mirarte porque eras mi solsito de nuevo, mi solsito volvió!, no me dejabas ver!. jaja.
Me di cuenta que todo se arregla conversando, aclarando aquellas dudas y aquellos porqués que explican algunas situaciones. Conversamos y todo volvió a ser como antes, no podía separarme de ti una vez más, ya no.
Psdta: Aún puedo sentir el dolor y la alegría de ayer. Y puedo llorar en este momento por ese dolor y esa alegría que sentí ayer y que aún siento hoy. Gracias por estar a mi lado. TE AMO mi solsito!