viernes, 4 de septiembre de 2009

Sin palabras

La realidad me dio cara de nuevo, pero es que si empiezo a hablar de está realidad con la que me he encontrado hoy, entenderían porque para mi, antes de verla, no pensaba que podía ser tan real. Es confuso, y tal vez no pueda revelar aquella identidad verídica e inrrebelable para los otros. Hace muchos meses que me hallo en el punto pedio de un espiral, pues mi vida, así como la tuya, se encontraba en un espiral del que no podía salir, pues todo lo que ocurría en mi entorno era repetitivo, mis errores, mis fracasos, mis dolores, mi egoísmo era continuo. Aquel espiral al que lamentablemente permanecía, no me ayudaba a disminuir mis constantes desvanecimientos; sólo se encargaba de empujar mis emociones a aquel abismo enfinito de vivir una vida en espiral, y sin querer, iba agrandando aquel espiral de mentiras, rencores y odio. Felizmente, aquel desagradable espiral, me llevó a encontrarme conmigo misma y autodestruirme. Digo felizmente, pues , gracias a esa autodestrucción, pude evaluar la gravedad de mi problema y enmendarme contigo, mi otro yo.Ahora, vivo una realidad bastante distinta, creo, confío, soy perseverante en cuanto a mis sentimientos. Hoy por hoy, he decidido respetar y salir de aquel espiral, me encuentro en medio, pues tengo el control de aquellas vagas emociones pasadas. No puedo afirmar a ciencia cierta que las domino por completo, pues nadie puede domar sus emociones, ya que a lo largo de tu vida, pasarán mil y un cosas que tal pueden hacer que vuelvas a aquel espiral malo, pero lo que puedo asegurar, es que ese retorno no será eterno, será muy corto, pues si vuelves, reflexionarás y entenderás que no es dable encontrarte en tal vaguedad abrumadora e ingrata. La verdad ha sido esparcida por mi misma sin quererlo.

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