A veces el dolor se convierte en un sentimiento de culpa, culpa porque te aferras a ser infeliz, porque te sostienes de un árbol sin ramas que recortar o adornar.
Te sostienes tan fuerte, pero el aire te sopla con tanta fuerza que quiere apartarte, y tu luchas,luchas por continuar en lo mismo, luchas con las uñas sangrando, con el corazón destrozado, pero sigues ahí.
Y por qué? por qué sigues agarrada de ese árbol desesperanzado , porque sigues sosteniéndote de él si sus ramas están quebrándose.
Si no quiere ni pretende darte nuevos frutos, porque sólo vive para sí mismo...
Si ya no quiere estar más contigo, si ya no quiere verte sonreír.
Ya no quiere que la nutras de vida, no quiere escuchar ni sentir tu voz.
Sólo tiene oídos para sí misma , sólo tiene ramas para sostenerse de sus temores, de sus conocimientos.
Y te lo ha dicho, no necesita más. sólo SUS ramas, SUS conocimientos, SU voz.
Despréndete de ese árbol, ya no te quiere más a su lado.
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