Cometemos errores a diario, y muchas veces ni cuenta nos damos.
Muchos no saben ni quieren reflexionar sobre sus actos, sus equivocaciones.
De ese mal padecemos muchos, pues creemos tener la razón todo el tiempo, cuando no es muy cierto, pues somos humanos, nos equivocamos y la fregamos hasta con las personas que más queremos.
Cada quien sabe lo que se debe y lo que no se puede. Como dicen, cada quien labra su destino. Es cierto.
Si muchos viven el día a día con la esperanza de que en ese día algo bueno suceda para decir que somos felices, eso no es felicidad.Las personas a veces son muy ingenuas, viven penas y dolor, sabiendo que existen otras posibilidades que alejarían aquellas penas dolosas y poco reflexivas.
El dolor lo sabemos ocasionar hacia nosotros mismos como hacia otros.
Muchos hasta se vuelven expertos en dar y recibir dolor. ¿ por qué tanto masoquismo?
Sed puede ser feliz, hasta se tienen entre las manos todas las herramientas para calmar nuestras angustias.
Aún así siguen sentandos con las manos cruzadas, viendo a su propia alma desvanecerce y sin hacer nada.
Pensemos un poco sobre nuestros actos.Nuestras malas experiencias nos deben hacer mejores, mas no peores.
Sé que la desconfianza abunda entre tantas personas, lo se porque hasta yo lo he podido sentir, pero aquí no se trata de desconfiar de todas las personas que se nos acercan, aquí, este juego de vida trata de saber pisar fuerte el suelo dando pasos seguros, caminando con calma, sin apuro.
No hay comentarios:
Publicar un comentario